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Dislexia y despegar en el aprendizaje de la lectoescritura

Portada blog dislexia lectoescritura y Fonocube

Bicicletas, cordones de zapatos y la “metamorfosis”en la infancia 

Dislexia y despegar en el aprendizaje de la lectoescritura es para muchos niños un lodazal donde se atascan los pies, las arenas movedizas de la logopedia. A menudo, cuanto más luchas más al fondo te vas.

 Te voy a pedir que, antes de empezar, pienses en uno de los momentazos que viviste en la infancia al aprender algo que significó mucho para ti. ¡Hazlo! 

¿Lo tienes? Mola evocarlo ¿A que sí? ¿No lo has hecho?

¡Venga, búscalo!

 

Hay niños que aprenden muy pronto a ir en bici.

Los hay que saben atarse los zapatos e hipnotizan a los demás que aún no pueden.

Se crea un antes y un después en el momento que mantienes un precario equilibrio sobre la bici o cuando realizas tu primer lazo en los zapatos sujetado débilmente. 

Tu colección de recuerdos de este tipo te ha moldeado, te ha cambiado. Explica con sentido quién eres tú.

Y un día llega el momento en el que se te expone a la metamorfosis definitiva algo realmente diferente a lo que tu cerebro haya podido experimentar. 

 

HAY QUE APRENDER A LEER

Me cuenta mi marido que cuando el aprendió a leer lo aprovechó para obtener besos de la chica que le gustaba. Le pedía un beso cada vez que ella preguntaba lo que ponía en los rótulos de las tiendas de su pueblo. Sacó buen partido al aprender antes. Descaradamente eficaz pero tierno a la vez,

Por lo visto se le dieron bien estas 2 cosas:

¿Has oído hablar de la conciencia fonológica y del principio alfabético

A veces se confunden y NO son lo mismo. Pero no te preocupes, te lo explico de forma fácil y clara.

Hacen falta dos pedales para ir lejos en una bici. 

Lo mismo sucede con los zapatos, para hacer un nudo firme necesitas los dos extremos del mismo cordón.

 

Primero, la Conciencia Fonológica:

Es la capacidad de manipular los sonidos de las palabras. Te permite separar las palabras en sílabas, identificar rimas o distinguir los fonemas dentro de una palabra. 

Cuando sabes que «sol» tiene tres sonidos: /sss/, /ooo/ y /lll/, ya tienes medio camino hecho. Y esto es importantísimo, puedes tener una conciencia fonológica excelente sin conocer ni una sola letra del alfabeto. Se puede deletrear «sol» perfectamente sin tener ni idea de cómo se escribe eso que suena como «SSS». Haz la prueba.

 

Luego viene el Principio Alfabético:

Es cuando te das cuenta de que esos símbolos raros, las letras, representan sonidos y que puedes unirlas para formar palabras. 

Es saber que al ver el “símbolo” «P» suena /p/ y la «A» suena /a/. 

Este conocimiento es lo que te permite leer, decodificar palabras y, básicamente, abrirte al mundo de la lectura.

 

¿Y qué tienen en común? 

Ambas son los pedales de la lectoescritura, bueno, si tú prefieres los cordones, pues eso. 

Si te falta uno, no te gusta andar en esa bici

Si se afloja uno de los cordones puedes pisarlo y aterrizar con una buena dosis de drama infantil. 

No puedes leer bien si no sabes que la «P» suena  /p/, pero tampoco si no puedes juntar los sonidos para formar palabras. 

Sin conciencia fonológica, te quedas leyendo «P», «A» en lugar de «PA». Y ahí, amigo mío, es donde se pierde la magia y sobre todo el significado.

 

Entonces, ¿qué hago primero?

La conciencia fonológica debe ir primero. Es la base y te prepara para lo que viene después. 

En muchos colegios se salta a las letras antes de tiempo. ¿Por qué? 

Porque las letras son visibles, tangibles. Quedan fenomenal en el álbum de actividades que llega a casa en navidad y parece que cuando un niño sabe las letras, el profe ha hecho bien su trabajo. 

Pero un niño sin habilidades fonológicas, es como haber construido una casa sin cimientos.

 

Tus materiales para guiar este aprendizaje y la aparición de las dificultades

Hay materiales en Internet. Es como tener cordones verdes, azules, de rayas, más largos o más cortos, de mayor o menor calidad, pero tienen que demostrar el impacto positivo que generan y esto último es el quid de la cuestión .

Ningún cordón puede comprarse con el lazo ya hecho. 

Enlazar los cordones significa que debes abordar la conciencia fonológica y el principio alfabético de manera integrada y conocer la secuencia de los pasos a dar para hacer un buen nudo.

Lo difícil es  CÓMO HACER EL NUDO y esto es otro cuento. Te hago un spoiler.

 

Dislexia y despegar en el aprendizaje de la lectoescritura

Si quieres puedes diseñar tu plan de intervención para cada niño, hacer la secuencia ordenada y gradual de actividades y dedicar un buen tiempo a evaluar con ellos cómo está yendo el trabajo realizado… 

o PUEDES USAR FONOCUBE  donde todo ese trabajazo te lo damos hecho y tu solamente disfrutas generando otro de esos momentazos en los que se crea un antes y un después en la vida de un niño. 

 

Yo te recomiendo que seas hábil y que captures esos momentos mágicos que vas a crear, que te regales viendo el resultado de lo que estáis haciendo juntos y que disfrutes sintiendo el impulso de ese avioncito pequeñín despegando. Ser testigo de estos momentos te muestra el valor real del trabajo que haces.

 

En el fondo sabrás que:

Ese niño se irá muy lejos en ese «avión», algún día lo verás por la calle convertido en un adulto. Te recordará, te pondrá su mejor sonrisa o te pagará un café y te contará como le ha ido.

 

Otro niño llegará a tu consulta o a tu clase y debes estar preparada.

Nosotros te ponemos la alfombra roja, el resto será tu historia de éxito.

 

 

Dislexia y despegar en el aprendizaje de la lectoescritura

Portada blog dislexia lectoescritura y Fonocube

Bicicletas, cordones de zapatos y la “metamorfosis”en la infancia 

Dislexia y despegar en el aprendizaje de la lectoescritura es para muchos niños un lodazal donde se atascan los pies, las arenas movedizas de la logopedia. A menudo, cuanto más luchas más al fondo te vas.

 Te voy a pedir que, antes de empezar, pienses en uno de los momentazos que viviste en la infancia al aprender algo que significó mucho para ti. ¡Hazlo! 

¿Lo tienes? Mola evocarlo ¿A que sí? ¿No lo has hecho?

¡Venga, búscalo!

 

Hay niños que aprenden muy pronto a ir en bici.

Los hay que saben atarse los zapatos e hipnotizan a los demás que aún no pueden.

Se crea un antes y un después en el momento que mantienes un precario equilibrio sobre la bici o cuando realizas tu primer lazo en los zapatos sujetado débilmente. 

Tu colección de recuerdos de este tipo te ha moldeado, te ha cambiado. Explica con sentido quién eres tú.

Y un día llega el momento en el que se te expone a la metamorfosis definitiva algo realmente diferente a lo que tu cerebro haya podido experimentar. 

 

HAY QUE APRENDER A LEER

Me cuenta mi marido que cuando el aprendió a leer lo aprovechó para obtener besos de la chica que le gustaba. Le pedía un beso cada vez que ella preguntaba lo que ponía en los rótulos de las tiendas de su pueblo. Sacó buen partido al aprender antes. Descaradamente eficaz pero tierno a la vez,

Por lo visto se le dieron bien estas 2 cosas:

¿Has oído hablar de la conciencia fonológica y del principio alfabético

A veces se confunden y NO son lo mismo. Pero no te preocupes, te lo explico de forma fácil y clara.

Hacen falta dos pedales para ir lejos en una bici. 

Lo mismo sucede con los zapatos, para hacer un nudo firme necesitas los dos extremos del mismo cordón.

 

Primero, la Conciencia Fonológica:

Es la capacidad de manipular los sonidos de las palabras. Te permite separar las palabras en sílabas, identificar rimas o distinguir los fonemas dentro de una palabra. 

Cuando sabes que «sol» tiene tres sonidos: /sss/, /ooo/ y /lll/, ya tienes medio camino hecho. Y esto es importantísimo, puedes tener una conciencia fonológica excelente sin conocer ni una sola letra del alfabeto. Se puede deletrear «sol» perfectamente sin tener ni idea de cómo se escribe eso que suena como «SSS». Haz la prueba.

 

Luego viene el Principio Alfabético:

Es cuando te das cuenta de que esos símbolos raros, las letras, representan sonidos y que puedes unirlas para formar palabras. 

Es saber que al ver el “símbolo” «P» suena /p/ y la «A» suena /a/. 

Este conocimiento es lo que te permite leer, decodificar palabras y, básicamente, abrirte al mundo de la lectura.

 

¿Y qué tienen en común? 

Ambas son los pedales de la lectoescritura, bueno, si tú prefieres los cordones, pues eso. 

Si te falta uno, no te gusta andar en esa bici

Si se afloja uno de los cordones puedes pisarlo y aterrizar con una buena dosis de drama infantil. 

No puedes leer bien si no sabes que la «P» suena  /p/, pero tampoco si no puedes juntar los sonidos para formar palabras. 

Sin conciencia fonológica, te quedas leyendo «P», «A» en lugar de «PA». Y ahí, amigo mío, es donde se pierde la magia y sobre todo el significado.

 

Entonces, ¿qué hago primero?

La conciencia fonológica debe ir primero. Es la base y te prepara para lo que viene después. 

En muchos colegios se salta a las letras antes de tiempo. ¿Por qué? 

Porque las letras son visibles, tangibles. Quedan fenomenal en el álbum de actividades que llega a casa en navidad y parece que cuando un niño sabe las letras, el profe ha hecho bien su trabajo. 

Pero un niño sin habilidades fonológicas, es como haber construido una casa sin cimientos.

 

Tus materiales para guiar este aprendizaje y la aparición de las dificultades

Hay materiales en Internet. Es como tener cordones verdes, azules, de rayas, más largos o más cortos, de mayor o menor calidad, pero tienen que demostrar el impacto positivo que generan y esto último es el quid de la cuestión .

Ningún cordón puede comprarse con el lazo ya hecho. 

Enlazar los cordones significa que debes abordar la conciencia fonológica y el principio alfabético de manera integrada y conocer la secuencia de los pasos a dar para hacer un buen nudo.

Lo difícil es  CÓMO HACER EL NUDO y esto es otro cuento. Te hago un spoiler.

 

Dislexia y despegar en el aprendizaje de la lectoescritura

Si quieres puedes diseñar tu plan de intervención para cada niño, hacer la secuencia ordenada y gradual de actividades y dedicar un buen tiempo a evaluar con ellos cómo está yendo el trabajo realizado… 

o PUEDES USAR FONOCUBE  donde todo ese trabajazo te lo damos hecho y tu solamente disfrutas generando otro de esos momentazos en los que se crea un antes y un después en la vida de un niño. 

 

Yo te recomiendo que seas hábil y que captures esos momentos mágicos que vas a crear, que te regales viendo el resultado de lo que estáis haciendo juntos y que disfrutes sintiendo el impulso de ese avioncito pequeñín despegando. Ser testigo de estos momentos te muestra el valor real del trabajo que haces.

 

En el fondo sabrás que:

Ese niño se irá muy lejos en ese «avión», algún día lo verás por la calle convertido en un adulto. Te recordará, te pondrá su mejor sonrisa o te pagará un café y te contará como le ha ido.

 

Otro niño llegará a tu consulta o a tu clase y debes estar preparada.

Nosotros te ponemos la alfombra roja, el resto será tu historia de éxito.

 

 

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