Velocidad lectora lenta
Como logopeda, me llegan muchos pacientes con problemas de velocidad de lectura lenta. Y siempre me pregunto lo mismo:
¿Qué uso están haciendo de la ruta visual y la fonológica?
Un día, hice clic: ¿cual es el problema real? A lo mejor la clave no es tanta ruta… sino más palabras.
Piensa en esto: ¿alguna vez te has detenido a pensar en la conexión entre la ruta visual de la lectura y el vocabulario? Porque tiene todo el sentido del mundo.
Un ejemplo siempre es mejor
Imagínate que ves la palabra “escudilla” (yo no tenía idea de lo que era hasta hace poco). Si la ves en una imagen, probablemente no evocarás la palabra.
Pasa lo mismo con la lectura: si no tienes el concepto, tu ruta visual no puede reconocer la palabra. ¿El resultado? Una velocidad lectora lenta, torpe, forzada y sin una comprensión completa.
Te lo digo yo 😄, pero antes lo hizo Perfetti (2007) lo demuestra en su estudio: un vocabulario bien desarrollado hace que las palabras se procesen como “bloques completos” en la memoria visual, y eso agiliza la lectura.
La radiografía de lo que pasa en la práctica
Cuando empezó a germinar en mí la idea de compartir las experiencias de éxito con mis pacientes y los CUBES empezaron a tomar forma, no tuve ninguna duda que todas mis propuestas de intervención irían acompañadas del enriquecimiento masivo del vocabulario de los niños.
A lo mejor te pasa como a mi y ya sabes que jugar bien con las palabras es jugar bien tus cartas en el juego del día a día. Cuanto más vocabulario posees más combinaciones puedes hacer para lograr efectividad en la comunicación.
Si sucede lo contrario, pues ya sabes, es como bajar una escalera:
- Poca voluntad comunicativa.
- Menor capacidad comprensiva.
- Menor éxito en las relaciones con el grupo de iguales.
- Convivir con el run-run constante de tus pensamientos diciéndote que no eres capaz.
- No saber cómo revertir la situación.
- Frustración por la acumulación de estos problemas.
- No saber cómo revertir la situación.
- Convivir con el run-run constante de tus pensamientos diciéndote que no eres capaz.
- Menor éxito en las relaciones con el grupo de iguales.
- Menor capacidad comprensiva.
y al final disfrazar todas estas dificultades con apatía o los comportamientos desafiantes o distorsionadores que puede apartarlos de los demás.
Cuando llega el momento de la logopedia
Ese es el momento en que aparecen en nuestras consultas y cuando hacemos la valoración inicial. Vemos los múltiples caminos por dónde vamos a transitar con ellos durante una temporada.
Hemos elegido esta profesión porque queremos hacerlo bien y hacer que despeguen, cuanto antes mejor. Es el momento de abrir un CUBE. Vas a bordar las rutas visual y fonológica, y también enriquecerás el vocabulario de tus pacientes. Están cargados con cientos de conceptos que ayudan a tus pacientes a conectar palabras y significados de forma divertida, variada, efectiva… adictiva 🤩.
Es un todo en uno porque en ese momento es cuando se deja de bajar por la escalera para volverla a subir de nuevo.
Así que, la próxima vez que te enfrentes a las dificultades de lectura, recuerda: no se trata únicamente de rutas de la lectura. A veces, lo que falta son más palabras.
Será el momento de abrir un CUBE y empezar a brillar.